Me encanta cuando llega la noche y me meto en la cama, apago la luz; todo queda en silencio...
Estar con los ojos abiertos sin ver nada, intentar dejar mi mente en blanco y crear mi historia, mi propia historia...
Por un momento, antes de que el sueño se apodere de mí, estar conmigo misma y dejar que mis pensamientos fluyan en el sentido que ellos quieran, sin que nadie pueda entrometerse...
Abrazar mi almohada en la que tantas sonrisas he reposado y tantas lágrimas he derramado.
¡Oh, mi almohada! Si pudieras hablar. Después cerrar mis ojos y comenzar a soñar...
"Si tienes un pasado que no te deja satisfecho, olvídalo ahora... Imagina una nueva historia para tu vida y cree en ella. Concéntrate sólo en los momentos en que conseguiste lo que deseabas, y esta fuerza te ayudará a conseguir lo que deseas ahora."
"Verdad son los sueños mientras duran; pero...¿qué es vivir sin soñar?"
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2 comentarios:
Para empezar, darte la bienvenida a nuestro club particular "de los poetas muertos" jeje
Y sí, nuestra almohada, es el mejor confidente que tenemos. Nos escucha atentamente y siempre, siempre, acaba dándonos alguna respuesta...
besitos fraternales
Qué placer, qué gozo, qué ilusión, qué alegría, qué emoción poder encontrar un trocito de ti por aquí. Cuando posamos nuestras ilusiones, nuestros fracasos, nuestros amores, nuestros sentimientos en la almohada somos al 100% nosotros, es nuestro pequeño espacio de sinceridad absoluta, es "nuestro momento". La almohada, aquella que conoce de nuestros secretos mejor que nosotros mismos, un utensilio común y vulgar, pero tan importante... No hay vida sin sueños, ni sueños sin vida; vivir es soñar y soñar es vivir. Un besito con amor, Alada, espero que abras tus alas y las batas con ímpetu para deleitarnos como siempre. (¡Qué chuli! Jejeje)
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