miércoles, 21 de marzo de 2007

"Equivocaciones"


"El error más grande lo cometes cuando, por temor a equivocarte, te equivocas dejando de arriesgar en el viaje hacia tus objetivos:


No se equivoca el río cuando, al encontrar una montaña en su camino,retrocede para seguir avanzando hacia el mar; se equivoca el agua que por temor a equivocarse, se estanca y se pudre en la laguna.

No se equivoca la semilla cuando muere en el surco para hacerse planta; se equivoca la que por no morir bajo la tierra, renuncia a la vida.

No se equivoca el hombre que ensaya distintos caminos para alcanzar sus metas, se equivoca aquel que por temor a equivocarse no acciona.

No se equivoca el pájaro que ensayando el primer vuelo cae al suelo, se equivoca aquel que por temor a caerse renuncia a volar permaneciendo en el nido.


Pienso que se equivocan aquellos que no aceptan que ser hombre es buscarse a sí mismo cada día, sin encontrarse nunca plenamente... Creo que al final del camino no te premiarán por lo que encuentres, sino por aquello que hayas buscado honestamente."


¿Quieres equivocarte junto a mí? Besitos

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es imposible caminar sin tropezarse. De los errores es de lo que más se aprende. Es conveniente señalar el lugar de cada caída. Eso no evitará una segunda, por supuesto, pero puede ayudarte a estar más atento para evitarla o para saber cómo amortiguarla...

Puedes estar segura de que te acompañaré en tus caídas. A veces, incluso, te podrá parecer que una de mis manos te empuja, pero no te alarmes, la otra estará preparada para cogerte y ayudar a levantarte.

Anónimo dijo...

Cada error, un aprendizaje.
Cada aprendizaje, un triunfo.

Anónimo dijo...

Así es, estoy de acuerdo con mi querida Seele y mi querida Niu. Y además, nunca aprendemos de los errores ajenos, tenemos que cometerlos nosotros, para que de verdad nos suponga un verdadero aprendizaje. Es bonito equivocarse, porque gracias a esas equivocaciones vamos descubriendo cada día qué queremos y qué no queremos, por ejemplo; vamos definiéndonos a nosotros mismos y lo que nos rodea.
Algo curioso que siempre me ha llamado la atención es que los padres siempre intentan evitar que nos equivoquemos, nos dan consejos, incluso nos llegan a prohibir cosas para que no nos suceda aquello que ellos ya vivieron, por ahorrarnos el sufrimiento, y al final es para nada, porque tienes que equivocarte, tienes que sufrir, el sufrimiento te endurece, te hace fuerte, te hace, simplemente; y siempre al final cometemos los mismos o más errores que ellos.
Querida Alada, no es que quiera, sino que espero participar de todas tus caídas y tú de las mías, para curarnos las heridas, para aprender juntas...
Un besito.