miércoles, 6 de junio de 2007

"Volver a verte"


"Recuerdo un día en el jardín de las rosas. yo estaba jugando sentado en el suelo; tendría 6 o 7 años. Era el inicio de nuestro último año. Tú saliste de la cocina y te instalaste bajo el porche. Yo no te vi. Antoine había bajado al mar, así que yo aprovechaba su ausencia para jugar a lo prohibido. Cortaba los rosales con sus tijeras de podar, demasiado grandes para mis manos. Tú abandonaste el balancín y bajaste los peldaños de la escalera para protegerme de la herida que se avecinaba.

Al oír tus pasos creí que ibas a gritar, porque había traicionado la confianza que a tí te gustaba darme; creí que me arrebatarías la herramienta como se arrebata una medalla a quien ya no es digno de ella. Pero nada de eso; te sentaste cerca de mí y me miraste. Luego cogiste mi mano y la guiaste a lo largo del tallo. con la voz enternecida por las sonrisas, me dijiste que siempre había que cortar por debajo del capullo, pues si no se corría el riesgo de herir a la rosa; y un hombre jamás debe herir a una rosa, ¿no es así? Pero ¿quién piensa en lo que hiere a los hombres?

Nuestras miradasse cruzaron. Me pasaste el dedo por debajo de la barbilla y me pregntaste si me sentia solo. Yo agité la cabeza para decir que no, con toda la fuerza que hace falta para ahuyentar una mentira. No siempre poías alcanzarme en el abismo de nuestras edades, que yo poblaba a mi manera. Mamá, ¿crees en un destino que nos empuja a reproducir los mismos comprtamientos de nuestros padres?

Recuerdo tus palabras en la última carta que me dejaste. Yo también he renunciado mamá.

No imaginaba que se pudiera amar como yo la he amado. Creí en ella como se cree en un sueño. CCuando se desvaneció, yo desaparecí con ella. Pensé que actuaba por valentía, por abnegación, pero podría haberme negado a escuchar a todos aquellos que me ordenaron que no la volviese a ver. Salir de un coma es coo nacer otra vez. Lauren necesitaba tener a su famili al lado. Y su única familia eran u madre y su novio con el que continuó. ¿Qué soy yo para ella sino un desconocido? En cualquier caso, no soy quien le hará descubrir que todos los que la rodean aceptron que se la dejase morir. Yo no tenía derecho a quebrar el frágil equilibrio que tanto necesitaba.

Su madre me suplicó que no le dijera que también ella había renunciado. El neurocirujano me juró que eso provocaría una conmoción de la que tal vez no se recuperase. Su novio, que volvió a entrar en su vida, ha sido la última barrera que se ha alzado entre ella y yo.

Sé lo que estás pensando. La verdad está en otra parte, el miedo es plural. Me hizo falta tiempo para admitir que tuve miedo de no saber conducirla hasta el final de mis sueños; miedo de no estar a su altura; miedo de no querer realizarlos; miedo, finalmente, de no ser el hombre que ella esperaba; miedo de admitir que ella me había olvidado.

Mil veces he pensdo en buscarla, pero también entonces he tenido miedo de que ella no me crea, miedo de no saber reinventar nuestras risas, miedo de que ella ya no fuese aquella a quien amé y , sobre todo, miedo de perderla de nuevo; para eso no habría tenido fuerzas. Me marché a vivir al extranjero para alejarme de ella. Pero no hay distancia lo bastante grande cuando se ama a alguien. Bastaba con que una mujer en la calle se le pareciera para que yo creyera que la veía; o que mi mano garabatease su nombre en una oja de papel para hacerla aparecer; que cerrara los ojos para ver los suyos, o que me encerrara en el silencio para oír su voz. Y durante este tiempo, me he equivocado con el proyecto más bonito de mi carrera. He construido n centro cultural con la fachad embaldosada: ¡parece un hospital!

Al marcharme, también staba huyendo de mi cobardía. Tire la toalla, mamá , y si supieras cuanto me lo reprocho...

Vivo en la contradicción de esta esperanza en que la vida nos vuelva a poner al uno frente al otro, sin saber si me atrevería a hablarle. ahora tengo que dar un paso adelante, sé que comprenderás lo que estoy a punto de hacer con tu casa y no me lo tendrás en cuenta. Per no te preocupes, mamá: no he olvidado que la soledad es un jardín donde no crece nada. Aunque hoy viva sin ella, ya no estoy solo, pues ella existe en algún lugar."


"Arthur habla a la tumba de su madre"

2 comentarios:

Rodrigo dijo...

Añoramos lo que no tenemos. Los aldeanos envidian la sabiduría de los magos, los magos, la despreocupación de los aldeanos, los juglares desean el poder de los reyes, los reyes, la libertad de los juglares...
Cuando yo estaba vivo, deseaba muchas cosas: riquezas, poder, bellas mujeres. Ahora sólo deseo estar vivo.
Disfrutemos ahora de lo que tenemos. Luego podría convertirse en un objetivo inalcanzable.
Arthur hablaba a la tumba de su madre. Quizás añora poder hablar con ella.

Alada... Si estuviera vivo... te ibas a enterar.

Anónimo dijo...

Es verdad...no nos damos cuenta de lo importante que es algo para nosotros hasta que lo perdemos.
Así es la vida
Rodrigo... si estuvieras vivo... el que se iba a enterar serias tú.
Besitos